Todavía tengo olor a pasto en los ojos, y no se vuelan las hojas por acá.
Tener los pies en el barro, eso me gustaría..... seguir mirando por horas a las casuarinas, escuchando su roce.
Ayer morí dos veces. Juro que no fue siniestro, ni sublime, ni siquiera fue patético.
Triste fue no darme cuenta, hasta hoy, que podría haber modificado todo de una vez y para siempre.
Triste sigue siendo esto que hago cuando no tengo otra cosa que hacer.
Tal vez alguna de estas letras amorfas valgan la pena.
Tal vez tengan algo de tierra y de olvido.
Tal vez sigan cayendo de mis uñas al vacío, incansablemente veladas.
Tal vez todo sea cierto.
Tal vez sea yo la que miento.
Tal vez la verdad sea otra.
Pero yo, no lo puedo creer.
9.4.09
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