4
Verdever. Será ver verde...o puede ser reverdecer...o tener una mirada verde, tranquila...o ver más allá o mas acá del resto de los colores...Sí, ver verde. O no. En esto está Lucía, apoyada en la baranda del balcón. Todavía un poco dormida, sorprendiéndose de la mañana que pocas veces vive. Hace frío. La tormenta cambió el viento y hay que abrigarse un poco. Lucía sigue descalza en el balcón, con los pies helados y un mate tibio en la mano. Greta husmea en el cantero, tratando de encontrar algún tesoro perdido hace miles de años, con el tesón de quien lucha por algo que sabe que va a conseguir. Lucía sonríe, entra a la casa, deja el mate en la mesa del comedor, prende un cigarrillo, y entra al baño. Acá existe una pequeña e insignificante contradicción: le da mucho placer fumar en el baño mientras se pinta( que es lo que va a hacer), pero detesta el olor a cigarrillo en el baño. Superada por lo que le da placer instantáneo, como siempre, deja el cigarrillo en la pileta, apoyado con cuidado para que no se moje, y estira los brazos para alcanzar un delineador dorado y un rimel. Frente al espejo recuerda: Cuando los demás lo ven a uno a través de un espejo, lo ven diferente a como es realmente, pero uno se ve tal cual es. Con la impotencia que le da este razonamiento frente al mundo y su inexplicable realidad, unta de brillo dorado los márgenes de los ojos. Se ven bien así, parecen más verdes aún. Sigue con las pestañas, sus cortas pestañas. Con un poco de papel limpia los errores, lo tira al tacho, vuelve a mirarse, sin imaginar nada, sale y cierra la puerta.
20.11.07
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario