11.9.05

Al fin...

Espantosa mole de agua acechando mis ojos.
Ni toda la saliva del mundo bastaría para humedecer las resecas secuelas de su bravura.
Quiero fantasear miles de vuelos...su realidad intacta, crudeza que se estampa en mi nula imaginación.
Puedo, sin embargo, embadurnarme de vértigo y pedirle a mis ojos que hagan la tarea por mi; ser mis ojos, que mi alma sea su ventana.

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