Claro está, y aquí es cuando hay que sincerarse con uno mismo, que la idea de que estas palabras no las lea siquiera el 0,00000000000000000000001 % de la poblacion mundial (que ya sería mucho teniendo en cuenta que la población mundial actual lleva un total de 6.464.750.000 de personas, emmm, serían bueno....bastante...) no ayuda mucho cuando hay cosas que decir sabiendo que nadie las escuchará....
Pero bueno, quizá sirva reflexionar acerca de los modos de comunicación que cada uno va eligiendo, de las relaciones que va construyendo y hasta donde es capaz de dar al otro lo que necesita. Que no será precisamente un blog, con ideas que solo el que escribe puede entender, sino mas bien un mate, un abrazo, o mejor nada, ni siquiera queria saber que te pasaba; llamame cuando hagas una fiesta.
A veces las amistades son así, y uno sigue viaje, tomando esto o aquello, preservando ciertas cosas para ciertos momentos, que no llegan, que se pudren esperando. Y por qué no largarlos asi nomás? eh? Para qué encanutarlos tan celosamente?
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En realidad ahora que lo pienso mejor, esto de saber que nadie va a leer esto me hace sentir una extraña y cínica libertad...
mmmmm...podria decir muchas cosas.....mmmmm...interesante.... jajajajjajaaa!
Siento de repente que desde uno de los medios que suponen el vértice mas alto de la comunicación, existe un espacio de silencio, de inhabitabilidad, de sordera y obstrucción de la palabra, del diálogo, del sentido comunicacional.
Esto es un BLOG. Es loque dice su URL y es lo que comunmente si vemos, denominamos BLOG.
Ahora bien, todas las cosas que nombramos, las podemos nombrar porque: sabemos nombrarlas, y porque damos fe de que hemos tenido la experiencia de comprobar que es verdad aquello que nombramos. Pero en este caso, la definicion de BLOG es totalmente errónea, puesto que de todas las funciones que supone debería cumplir, no acata ninguna.
Concluimos entonces: Si podemos nombrar a aquello que conocemos, y que por experiencia damos fe de que es real, que existe y que sabemos cual es su función, claro está que
Gracias Magritte, siempre es sanador recordarte.