24.10.06

El pensadero

El pensadero se agota.
Pierde su lento vaivén.
Quieto ya, sostienesu último impulso:
imprimirle su blanco dolor
a quien tenga a mano.
Y en ese instante impalpable,
al tope de la piedad,
surgís con tu ritmo que irrumpe
irrespetuoso contra el suelo.
Y si no tuviera más que eso?
Si la vereda solo fuera cemento?
Si vértigo solo fuera un escalón?
Si el fondo fuera solo este vaso,
este que levanto sola, sola
buscando un fondo visible
más allá que el reflejo
más acá que el silencio?
Tarde.
El pensadero renace.

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