20.11.07

Lucía

3

La casa es un desastre. Pero no el típico desastre. Existe el orden, pero no el equilibrio. Lucía arrastra la televisión, dejando algunas marcas en la madera; el enchufe se pierde entre la madeja de cables de todo tipo y color. Procurando no dejar más migas en la cama, Lucía lleva un repasador donde apoya no muy cuidadosamente, un poco de pan. El teléfono suena. Le dije que no funcionaba, piensa. Descalza y con piel de gallina, se levanta ansiosa y empieza a revolver su bolso. Muerta de frío, se lo lleva a la cama, donde lo da vuelta hasta encontrar el celular. Descarta el resto de las cosas y lo mira pacientemente. No suena. No va a sonar hasta mañana a las dos de la tarde, cuando se despierte para atender a su dentista que le reclama una deuda de hace 5 meses.

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